Últimamente he visto varios paralelismos en nuestra vida con la guerra. Una guerra siempre suele producirse cuando el diálogo no arregla una confrontación entre dos ideales, políticas, opiniones, etc... Con ello estoy totalmente de acuerdo. Pero..., ¿qué sucede cuándo la guerra la tenemos contra el propio sistema impuesto que se enfrenta a nuestros ideales?
Me he dado cuenta que soy consciente de las injusticias que se dan lugar a mi alrededor, pero que soy incapaz de realizar algo para que esas injusticias no se produzcan. Hoy ha sido un caso así, perfectamente ante tal atrocidad producida en los últimos días, todo el mundo podía haberse salido del sistema que nos inunda y darle una lección a esa marea que nos arrastra hacia el objetivo de un grupo de gente que solo mira por sus intereses y por engrosar su cuenta bancaria. Pero no ha sido así...
Tan sólo he podido mirar a la adversidad y la injusticia a la cara y quejarme por ello, pero no realizar nada para poder mejorar esa situación. Sólo somos números, todo lo que hacemos no tiene eco en ningún lado, no sirve para nada, dejarse todos los días los cuernos en sacar adelante algo que no te agradecerán o que si te agradecerán de la manera más burda.
Y así con todo lo que el sistema nos impone, es mejor ganar dinero que divertirse, es mejor tener una carrera que un modulo superior, es mejor estar casado que soltero, es mejor hacer lo que todo el mundo dice que tienes que hacer, en lugar de llevar a cabo tus ideales y ser tú mismo. Todo eso queda reflejado en la frase: "La felicidad no siempre es la mejor forma de ser feliz".
Hoy, como siempre, en cada día de mi vida, he vuelto a aprender una lección, en este caso práctica. He mirado al problema y me hice consciente, lo viví, me ha vuelto a pillar desprevenido pero a la próxima lo venceré... ¡Esto es la guerra!. Vive el momento, no pienses en el futuro, haz las cosas bien, aceptate y disfruta de lo que haces en el día a día, y dedicate a separar lo esencial de lo importante, así podrás ser una persona plena y podrás tener las riendas de tu vida sin depender de otros, no como la gente que necesita el trabajo para sentirse superior y tener poder sobre el resto.
Sin más me despido de vosotros con un pequeño diálogo de mi película cada vez más favorita "Donde viven los monstruos", algo que dice así y de la que puede sacarse mucho jugo:
- Carol ¿sabías qué el sol se va a morir?
- ¿Qué? Nunca había oído eso. Vamos. Eso no puede ser. Es decir, eres el rey. Y mírame a mí, soy grande. ¿Cómo vamos a preocuparnos por algo tan diminuto como el sol?
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