¿Quién no se ha preguntado alguna vez, por qué un paso de peatones es en realidad una cebra tatuada en el asfalto? ¿Quién decidió que eso fuese así? ¿Por qué todos tenemos un comportamiento parecido o distinto cuando estamos ante un paso de cebra?
Sí, es cierto, todos actuamos de una manera parecida cuando está ante nosotros un paso de cebra. ¿O me vais a ocultar las siguientes verdades? El comportamiento depende de en qué lado nos encontremos, si en el lado del conductor que se para en el paso de cebra o en el lado del peatón que cruza tal paso de cebra.

Pongámonos en situación del conductor: Un conductor al ver un paso de cebra y ver que se acerca un peatón a él, el comportamiento habitual es acelerar, hacerse el distraído y pasar. Lo curioso es cuando para y el peatón sorprendido le mira, pensando para sí: ¿Ha parado? y tarda como 200 años en cruzar. Pero ésto no siempre pasa, también está la gente apurada que se siente mal porque el coche haya parado, y pide perdón y pasa corriendo ¿qué les pasará por la cabeza? Luego está la situación en la que el conductor se para porque hay un viejecito esperando y el viejecito decide que no quiere cruzar y se cabrea porque paras y le hace gestos al conductor como diciendo: "Tira, tira". Y como último ejemplo pero no por ello menos importante es el de las señoras marujas con 20 bolsas y se ponen a hablar en un paso de cebra, nunca sabrá el conductor si quieren cruzar o no y espera una mirada de aceptación para que pueda pasar el paso de cebra.
Pero en la situación del peatón: El peatón se acerca al paso de cebra con miedo, no sabe cuando un coche va a parar y cuando le va a permitir cruzar, algunos se lanzan al vacío y otros deciden esperar hasta que alguien les cede el paso. Esos que esperan el paso son los que tardan mucho tiempo en cruzar porque ya se les habían entumecido los huesos de esperar a que algún coche pare. Luego están las personas que no se esperan que pare el coche y les permita cruzar y dan las gracias con la mano (¡Qué gesto!) y cruzan corriendo porque son conductores y saben lo que jode pararse en un paso de cebra. Luego está el peatón jubilado o con mucho tiempo libre, al cual no le importa si paran o no los coches y si para uno se cabrean y le piden que pase, si tienen tiempo para todo, no hace falta que pare.
Estas situaciones os parecerán familiares, y lo mismo divertidas, pero con ésto quiero decir que una cosa tan estúpida como un paso de cebra como puede sacar las carencias de una sociedad, y de su comunicación, y de sus intereses personales por encima de los de los demás.
Si no estáis de acuerdo, un ejemplo claro que os dejará patidifusos es levantar la mirada cuando cruces un paso de cebra, seguramente no llegues a cruzarte la mirada con nadie... que curioso, verdad? cruzar sin cruzarte mirada...
No me seáis antisociales, pensar en el resto y toda relación hasta en un paso de cebra será saludable, y sonreir es fundamental, mirad a la cara a la gente y sonreid, nunca sabréis cuanta felicidad podéis transmitir al resto de la gente con una simple sonrisa.
Sin más un abraaaaaaaazo fuerte a todos/as!
Sé te olvidan los que piensan que tienen una burbuja invisible con la cual los coches no les pueden hacer ningún daño... y por eso ni miran si vienen coches, sólo se tiran al paso de cebra porque está claro que si un coche no quiere parar, su burbuja les protegerá!!
ResponderEliminarPero estos tampoco miran ni sonrien a los demás....
Estoy contigo...Sonreir...alegra tu vida y alegra a los que te rodean que, sin querer, cazaron por sorpresa esa sonrisilla tuya...
Sonrie* :)