martes, 23 de octubre de 2012

ANIMALADA NUI

¿Quién no se ha quedado dormido viendo un documental sobre animales que echan en la 2? Seguramente no eramos conscientes del mensaje que nos puedan dar ese tipo de documentales, porque afortunadamente o desgraciadamente no nos alejamos tanto de esos comportamientos animales.

El ser humano, ese ser superior civilizado que se apoya en la razón o raciocinio como el principal factor que le aleja de su condición de animal. Ese apoyo, poco a poco se va derrumbando dentro de mi cabeza por ciertas conductas que he ido observando a lo largo de este tiempo de análisis y reflexión. El animal lamentablemente no puede separarse de ese instinto que les hace comportarse de una manera u otra, pero.. ¿No nos pasa lo mismos a los humanos?

Comencemos con el caso más sencillo, la famosa "Ley del más fuerte"... en el mundo animal el que manda es el ejemplar más fuerte, musculoso y el que tiene los colmillos más grandes para poder devorar al resto en un periquete. En el mundo humano, la ley del más fuerte se puede aplicar, desde el que más dinero tiene, hasta al que más fuerza tiene. Estamos tan inmersos en esta sociedad que ni nos damos cuenta que el poder lo genera el dinero y siempre acabamos bajo el yugo del que más tiene. En el caso del ser humano, yo modificaría la "Ley del más fuerte", por la "Ley del más", la ley de conseguir más o de ser más cueste lo que cueste y sin importar que el resto no tenga nada.


Sigamos con un caso fácil, muchos animales van en manadas, el ser humano va en grupo, un grupo se siente fuerte, un grupo es capaz de destruir a una persona, los seres humanos son capaces de destruir a alguien por no adaptarse a un grupo, tan sólo porque no sea igual que ellos ¿Paralelismo? ¿Habéis visto a una cebra entrar en un grupo de hienas? En efecto, muchos grupos son capaces de fagocitar a alguien, por no ser aceptado o por no seguir unas reglas establecidas en lugar de aceptarle por como es, que sería un comportamiento de lo más humano.

Luego está el caso contrario del animal solitario, ese animal fiero que no se necesita de nadie para poder vivir, porque se cree autosuficiente, una persona que se cree tan superior que deja de lado a todo el mundo para seguir su camino, esto puede ser por varias razones: o para no compartir con nadie sus beneficios, o para que no le estorbe nadie en su objetivo, o por orgullo de saber que todo puede salir bien sin ayuda del resto.... Son muchas las variables que hay en esta ecuación, pero tan sólo una en común, que es un comportamiento de lo más animal.

Y de la manera más simple y para resumir todo, el ser humano y el animal se alimentan del instinto de supervivencia, el principal objetivo del hombre y del animal es sobrevivir, y no porque la vida vaya en ello, sino porque necesitan ser más, el ser humano en ocasiones entra en un mecanismo de autodefensa para conseguir esa supervivencia, desde el minar la moral de alguien al que consideras mejor que tú en cualquier cosa, reventarle a críticas, hasta el punto de pisar a compañeros/as para poder sentir esa sensación de estar por encima solo por el mero hecho de sobrevivir sin hacer las cosas porque realmente le apetezcan. Nos pasa en colegios, en institutos, en trabajos, todos consciente o inconscientemente queremos ser más, cobrar más, hacer más la pelota al jefe, ser el más inteligente, etc..., y nos da igual lo que le suceda al resto para conseguir nosotros nuestro objetivo y nuestra situación de privilegio. Porque.. no sé si os dais cuenta que cada vez que pedís un aumento de sueldo hay alguien más en el mundo que se está haciendo más pobre por ese gesto...

Nos encontramos día a día en una caza, sin darnos cuenta cazamos y sin que nos demos cuenta nos están disparando perdigones para cazarnos. Mi único consejo es que dejéis de lado el instinto de supervivencia, que os fijéis en vosotros y que disfrutéis de cada momento de la vida sin fijarse en lo que hacen los demás.