viernes, 20 de julio de 2012

DIÁLOGO DE NADIE

Últimamente era de la teoría de que todos eramos perfectos y hay una serie de "detalles" que nos hacían más o menos perfectos. Pero debe ser mi gran estado de inflamiento de huevos el que está desvirtuando la imagen que tenía de perfección.


Me habla de perfección alguien soberbio, alguien que hace las cosas solo para que queden bien y luego todo el mundo agradezca su gran labor por el mundo, alguien que le da igual qué hacer con tal de conseguir su objetivo final que es alimentar su ego.


La gran mayoría de los seres perfectos consideran la perfección aquello que tiene que hacer la otra persona que cree ese ser perfecto que sería idóneo hacer en cada momento. Me explico, solo está bien lo que yo digo y no hay otra verdad absoluta, tiene que ser así porque sí y porque no concibo otra manera de realizar las cosas, sin entender y sin creer que lo que propone otra persona es igual de coherente.


Para ser perfecto, muchas personas tienen que traicionar a su propia persona para poder engañarla y poder llegar a los objetivos que se marcan, así como a veces también traicionan a las personas que tienen alrededor, pisando sus estados de ánimo y su manera de crecer con unas pautas que si no sigues te vas a tener que resignar en tu esquina y tener que vivir en la imperfección de ese ser perfecto.


Todos y cada uno de los comportamientos aquí citados son producidos por miedo, y es que en esta sociedad se educa con el miedo, hasta las personas que luchan a capa y espada por defender que no tienen miedo, su principal miedo es pensar que tienen miedo, y acaban cayendo en cada uno de los comportamientos que nos hacen ponernos por encima del resto, ya sea por críticas, haciendo vacío, engañando, haciéndoles vivir en un "falso bienestar" que más tarde o más temprano desaparecerá, porque te centras tanto en ser auténtico que ni te acercas.


Ese "falso bienestar" se produce con el famoso digo lo que hago, pero no hago lo que digo, una gran filosofía que ayuda a todos a conseguir su perfección. Por medio de las palabras uno puede vivir en el mundo de la chocolatina, pero realmente donde se demuestra es en el hacer, durante mucho tiempo puedes intentar hacer las cosas por donde dices pero si no es lo que eres, nunca será auténtico y se quedará en un efímero momento de bienestar.


Lamentablemente me incluyo en cada uno de los puntos y básicamente este texto es hablarme a mí mismo, es algo que he de analizar, pero pensándolo fríamente este diálogo puede serviros a vosotros también, pero tampoco os fustiguéis, tan sólo dedicaros a hacer lo que os pide el cuerpo sin aparentar, así seréis mucho más felices.

1 comentario:

  1. Como decía alguien: Haz lo que te salga de las tripas...
    Será perfecto o no pero es lo que realmente eres en ese momento...

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